El 80% de los profesionales sanitarios han sufrido agresiones en alguna ocasión
La necesidad de denuncia de las agresiones al colectivo de la enfermería.
El principal riesgo que sufren los profesionales de enfermería son las agresiones sufridas por parte de sus pacientes o los familiares de estos, siendo, sin duda, los ataques al colectivo de enfermería una problemática actual que debe ser analizada y atendida de forma urgente, favoreciendo la interposición de las preceptivas denuncias y el ejercicio eficaz de su defensa, habida cuenta que ocho de cada diez profesionales no denuncian las situaciones de insultos, amenazas e incluso lesiones que sufren en su actividad diaria.
Las agresiones al colectivo de enfermería se tramitan por la vía penal en el marco de los delitos de lesiones, amenazas, injurias, calumnias y coacciones previstos en la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de Noviembre del Código Penal, habiéndose avanzado notablemente en los últimos años en la protección a la profesión de enfermería, en
cuanto nuestro Alto Tribunal ha determinado que estos sucesos deben ser calificados de atentado a la autoridad en caso de funcionarios públicos, lo que supone una pena considerablemente superior a una agresión enmarcada en el ámbito de la violencia entre particulares, y concienciándose cada vez más en el ámbito de la sanidad privada.
La primera Comunidad Autónoma en tomar medidas frente a la problemática que nos ocupa fue, precisamente la de la Comunidad de Madrid a través de la Orden 212/2014 de la Consejería de Sanidad y Consumo de esta Comunidad, modificada por la Orden 370/2017 que estableció las directrices y líneas generales para la elaboración de planes de prevención y atención frente a potenciales situaciones conflictivas de los ciudadanos en los centros e instituciones sanitarias públicas, reconociendo en su preámbulo el progresivo incremento de las mismas, así como una mayor tensión en el trato de algunos ciudadanos hacia el personal sanitario.
Un último estudio ha determinado que el 80% de los profesionales sanitarios han sufrido en alguna ocasión a lo largo de su carrera, algún tipo de agresión física o verbal, incrementándose su frecuencia de forma considerable en los últimos años, afectando a nuestro sistema sanitario y dejando de manifiesto la necesidad de que dichas
actuaciones sean denunciadas, especialmente las de carácter verbal en cuanto las mismas son denunciadas en escasas ocasiones pese a generar un daño psicológico evidente al profesional.
El año 2018 se cerró con una cifra total de 1.469 agresiones al colectivo de enfermería según datos obtenidos del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras y Enfermeros del Consejo General de Enfermería, correspondiendo el 30% de las denuncias a agresiones de carácter físico.
Lo anteriormente expuesto determinó que el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid lleve ejerciendo desde el mes de Enero del presente año la defensa del profesional de enfermería en la más absoluta diligencia, poniendo a disposición del colectivo no sólo un protocolo de actuación ante tan reprochables actos, sino un equipo de letrados y juristas que atienden las necesidades del profesional ante cualquier agresión sufrida durante las 24 horas del día los siete días de la semana, y que además, hasta el momento han ganado la totalidad de las sentencias dictadas en casos de agresiones al profesional de enfermería, concienciando a los tribunales de la problemática actual a este respecto y tomando en consecuencia las medidas más efectivas.